Según el CIS, el 67,4% de los españoles confiesa ser aficionado. A tal punto llega que «incluso el hecho de no ser de ningún equipo confiere un rasgo de identidad diferenciador a aquel sujeto que así se manifiesta». Una lesión prolongada sería otro dolor de cabeza para el equipo. Ensanchando el dato, esto quiere decir que casi tres cuartas partes de una población de 47 millones de personas siente ‘cosas’ cuando oye un himno o sale de casa con la camiseta de su equipo favorito, lo cual es muchísimo.