Hechos con sublimados directo en las telas, o se estampan luego de hechas. Las primeras botas específicas para la práctica del fútbol emergieron en la era profesional, tomando el relevo del calzado cotidiano o botas de trabajo. Inicialmente era el equipo local el que debía cambiar a su segundo uniforme en el caso de confusión, pero esta regla se cambió en 1921, instando al equipo visitante a que lo hiciera.