Estamos en la última semana del Mundial de Qatar 2022 y este martes comienzan las semifinales. Opté por disfrutar cada segundo, siguiendo los movimientos de su mano como un mero espectador, más o menos como siguen los amantes del fútbol los regates de Messi. Hubo un momento durante la sesión en que el tiempo se detuvo, las preguntas cesaron, la mente se apagó y ahí comprendí que me había convertido en rehén de unas manos autoritarias, cautivadoras, que se movía a su albedrío por mi cuerpo como si fuera su propia casa.