A pesar de que los pantalones más clásicos son los vaqueros, existe vida más allá de ellos. Consideramos que nuestro campo es una ventaja y que las condiciones de juego a las que no están acostumbrados los rivales también son una ventaja para nosotros”, declaró. “Pero nosotros también vamos a otros países y hay 90 grados (fahrenheit, 32º centígrados) y una humedad insoportable y los chicos se deshidratan y sufren calambres y agotamiento por el calor.